
Le donjon de Naheulbeuk
Hace un tiempo me hablaron de un juego del que ahora entraré en detalle, pero que creo muy interesante comentar el origen pues a mí mismo me sigue pareciendo fascinante por las pocas veces que he encontrado casos similares en videojuegos.
Allá por 2001, un tipo polifacético llamado John Lang creó un podcast llamado Le donjon de Naheulbeuk donde contaba la historia de un grupo de personajes típicos de rol y sus aventuras a través en la mazmorra de Nahelbeuk. El mismo John Lang se encarga de absolutamente todo a nivel creativo incluyendo poner las voces de los personajes.

El grupo de aventureros es bastante típico de los juegos de rol (el bárbaro que sólo quiere pelea, la elfa amiga de los animales, el enano tacaño que odia a los elfos…) y contaba con un gran sentido del humor. El caso es que comenzó a cosechar cierto éxito y empezaron a derivar muchas más obras relacionadas.
Desde una banda de música, pasando por novelas y tiras cómicas, un juego de mesa y, finalmente en 2020 un videojuego, el cual se relanzó para todas las plataformas el año pasado bajo la Chicken Edition.
Una gran presentación
El primer contacto con el juego es magnífico, derrocha humor, puyas y referencias por todas partes. Los personajes son realmente carismáticos y como grupo todos suman incluso más. Además el apartado visual le pega bastante bien porque casa con el estilo desenfadado y animado que rezuma todo en general.
Hay que destacar las conversaciones entre los personajes que son realmente divertidas y, en mi opinión, el genial doblaje del juego al menos al inglés que me parece una actuación soberbia. Cada personaje abusa de sus propios tópicos pero en ningún momento esto llega a cansar.
De arriba para abajo
Como el propio nombre del juego indica, el grupo protagonista tiene que explorar la mazmorra de Nahelbeuk (que está lejos de ser una mazmorra como tenemos en mente) donde hay 7 plantas e incluso subterráneos y cuevas que poder visitar conforme avanza el juego.
En la mayoría de estas plantas hay gente, bien de fiesta, en una taberna o planeando algo. Hablar con ellos hará que avancemos en nuestra historia pero también nos darán acceso a contenido secundario igualmente divertido.

Cada piso tiene una temática distinta y en cada uno hay diversos puzzles más o menos sencillos o lugares secretos que requieren de alguna habilidad y que nos darán acceso a cofres con nuevas piezas para el equipo, objetos varios y, por supuesto dinero.
Mecánicas bien, peeeero…
"Todo esto está muy bien, pero ¿cómo carajo se juega?" - Tú, probablemente
El juego propone un sistema bastante simple y conocido como es el combate estratégico por turnos por casillas en un mapeado cerrado y pequeño. Cada personaje puede hacer dos acciones en su turno (desplazarse y actuar) y una vez termine pasa al turno enemigo.
Al igual que pasa con el rol a nivel de personalidad de cada personaje, en combate es exactamente igual. El bárbaro es muy bruto, la hechicera tiene una gran potencia mágica pero no física, la elfa ataca con dagas y arcos, etc. Además de las distintas habilidades que vas desbloqueando en el árbol de progresión de cada uno.

En este sentido tiene algo muy bueno como es elegir tanto los atributos que más te interesa mejorar con cada subida de nivel a cada uno (inteligencia al mago, evasión al ladrón…) así como habilidades activas y pasivas para usar en combate.
Sin embargo, al empezar ya con todo el grupo completo, al elegir un camino para cada uno, más pronto que tarde el sistema de combate deja de ofrecer algún tipo de novedad y conforme pasa el tiempo se va haciendo más y más pesado ya que por tu parte el juego no ofrece mucho más salvando los enemigos que te vayas encontrando que sí ofrezcan algo distinto (como ataques en área, magias de estados alterados, más turnos de lo normal, etc).

Es entonces cuando el juego parece que se está alargando más de la cuenta, la historia al ser más medio en broma que otra cosa y con unas mecánicas que ya empiezan a ser algo cansinas pega algún pequeño giro de guion y localización pero no acaba de compensar en general en sus ultimas horas todo lo que ofrece.
Conclusión
The Dungeon of Nahelbeuk es un juego divertido, insisto en el sentido del humor y lo que mola el grupo protagonista, que empieza bastante bien pero conforme pasan las horas la falta de novedades importantes en sus mecánicas y planteamiento hacen que a la larga haya que hacer un esfuerzo por terminarlo.
En lo personal lo he jugado gracias a Game Pass pero en caliente me habría arrepentido si hubiera tenido que pagar mucho por él.
Nota final
🍎/🍉