Como parte de mi trabajo tuve que acudir a un club de lectura (feminista) hace unas semanas en el que iban a comentar el libro que da título al hilo. La experiencia en el club me dejó con bastantes ganas de comentar el libro ya que los participantes se dedicaron a contarse chismorreos y una señora de cierta edad a recalcar cada diez minutos que era anarquista y que ella "sí sabía qué era estar bajo una férrea dictadura".
De modo que vengo aquí a soltar mis impresiones por si alguien más lo ha leído y quiere dar su opinión. De aquí en adelante HABRÁ SPOILERS.
El libro trata sobre un científico nacido y criado en un planeta anarquista que decide viajar al planeta capitalista del que su pueblo se marchó hacía casi 200 años para compartir una teoría científica revolucionaria y que cambiaría para siempre el universo.
Básicamente la historia es un McGuffin mayúsculo para soltar teoría política a dos carrillos. La etiqueta sic-fi no pinta mucho en este libro ya que todo lo que tiene que ver con ella es la ambientación. En realidad es una historia al servicio de un manifiesto político. Se nos presenta alternando capítulos en el planeta Anarres (anarquista) y Urras (un mundo bastante similar a la Tierra).
Los capítulos en Anarres muestran un plantea casi desértico en el que no existe Estado y los ciudadanos viven en una sociedad de cooperación. No existen prácticamente los lazos familiares ya que a los niños los cría la propia sociedad (al estilo República de Platón). La carestía obliga a los paisanos a trabajar duramente y a reutilizar todo lo posible. Su modo de vida es frugal y las relaciones no tienen ningún tipo de jerarquía, el trabajo es voluntario y desde una central van anunciando los puestos que necesitan ser cubiertos.
En el planeta Urras, nuestro protagonista aterriza en un país estilos EE.UU. de nombre A-Io en el que queda epatado por los lujos y la grandiosidad, pero poco después comprueba que la política y los juegos de poder lo ocupan todo y que las clases bajas viven en la más absoluta miseria. Incluso llega a participar en una manifestación que es ametrallada desde helicópteros.
Mi impresión es que la autora intentó crear una sociedad anarquista ideal, en la que la propia moral de la gente fuera la que les impulsara a una colaboración desinteresada. Enfrentó a esta sociedad a los típicos dilemas que se generarían: si los hijos son "propiedad" de los padres o de la sociedad en su conjunto; si es necesario un pensamiento único que guíe a la sociedad impidiendo la reflexión individual; los límites que puede imponer la carestía a este modelo (en el planeta se sufre una hambruna y se crean tensiones entre comunidades); y, si no terminan siempre surgiendo relaciones de poder en las sociedades.
Como las conclusiones del planeta anarquista no son especialmente buenas, contrapone este planeta a una sociedad ultra-capitalista estilo años 20. Con unos ricos dedicados a competir ferozmente entre ellos por alcanzar mayores cotas de poder. Un consumismo atroz y una miseria de fondo que sufren las clases menos favorecidas. Un retrato que alcanza el paroxismo.
El libro genera algunos debates, el que me preparé para el club de lectura era acerca de la mujer y su papel en ambas sociedades. En este ámbito se muestran dos visiones de la mujer opuestas: en el planeta anarquista son exactamente iguales a los hombres y visten como ellos y trabajan como ellos; mientras que en el capitalista viven como en los años 50, acicalándose y estando guapas para sus maridos, sin dejarles emplearse en oficios intelectuales.
En este sentido se contrapone en algunos pasajes del libro la muestra de la feminidad como algo estético. Los anarquistas se excitan al ver fotos de las mujeres del planeta capitalista. Algunos de ellos recurren a la homosexualidad (tema libre en el planeta anarquista) ya que conciben el sexo como mero placer que cualquier compañero puede darte siempre que quiera también. No quise plantear el debate ya que es una pregunta algo incómoda en un grupo de lectura feminista, pero no creo que ninguna de las participantes estuviera dispuesta a sacrificar una estética femenina en pos de la igualdad.
También puede abordarse el tema desde la posición de libertad de unas y otras mujeres. Las anarquistas están "obligadas" a trabajar como cualquier hombre y a renunciar a sus hijos (ya que pasarán a formar parte del sistema como compañeros) y a la maternidad. En cambio, en el planeta capitalista las mujeres se encuentran en una posición subalterna al hombre, pero disfrutan de tiempo libre y crían a sus propios hijos. En definitiva, son femeninas (en el sentido machista de la palabra).
Los temas políticos más interesantes son los que surgen de las deficiencias del sistema anarquista (los del capitalismo están más trillados que manda Dios). La aparición de jerarquías basadas en el prestigio intelectual que generan sistemas de poder. La ineficacia de decisiones tomadas por gente que no está preparada para tomarlas. La necesidad de un pensamiento único y dogmático que articule la sociedad y contra el que no se puede uno rebelar. La sensación de que cada persona es un mero engranaje en una maquinaria social. Y bastantes más.
Quizás lo más irónico del libro es su conclusión. El protagonista forma una familia nuclear tradicional en el planeta anarquista ya que se modo de realización es a través de ella (un amigo homosexual suyo mira con envidia la relación del protagonista con su hija y se apena de que jamás podrá sentir nada igual). Mi sensación es que el libro da como "solución" a los conflictos que se plantean apoyándose en lo más radical de la teoría libertaria, negando incluso las normas que rigen una sociedad sin Estado y reduciendo tu moral y obligaciones a tu propia familia y amigos.
¿Vosotros lo habéis leído?